Por Constante Mendiondo, Representante Nacional, Río Negro
Por el año ´88 tuvimos el privilegio de conocer y compartir camino con Don Luis Alberto Colotuzzo, sindicalista referente de los ladrilleros. Había fundado Vanguardia Nacional de Jubilados y Pensionistas, tenía una pequeña sede en la calle Paraguay que para su mirada larga, le resultaba insuficiente. Al advenimiento de la democracia y los planteos desde el campo popular de reinstalar el Banco de Previsión Social, con integración completa, es decir, sumando los tres representantes sociales a los cuatro políticos, Colotuzzo estaba convencido de unir a todos los sectores representantes de los pasivos en una gran organización que permitiera genuina representatividad a los mismos.
En esa época compartíamos con su hijo, Luis Antonio, la Dirección Sindical de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS). Nuestra enorme sede central, heredada de AEYJA, (la organización antecesora), tenía espacio suficiente. Fue así que un día se nos apersonó don Luis Alberto Colotuzzo para plantear sus sueños, sus objetivos y cómo vislumbraba llegar a ellos. Necesitaba lo que a nosotros nos sobraba: espacio físico y se lo proporcionamos.
Recordamos aquellas primeras reuniones y nos parece ver figuras señeras de la militancia social. Retenemos los nombres de Juan Rodríguez Belletti vinculado al PIT-CNT, y Andrés Cultelli de una organización de jubilados de Lezica y Colón, entre tantos. Allí nació la ONAJPU (Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay) y comenzó una tradición de militancia en defensa de jubilados y pensionistas, desde su propia estructura organizativa, inclusiva de todas las tendencias políticas, con un fuerte liderazgo de Colotuzzo. Una anécdota imborrable en mi memoria y que define su carácter, se dio en un gran acto por la reforma al sistema de ajustes de las pasividades plebiscitada en la elección del año ’89, teníamos un acto conjunto los trabajadores activos acompañados de las clases pasivas en el predio circundante al edificio sede del BPS por la calle Colonia, una de las organizaciones de jubilados y pensionistas nos planteaba un orador que no fuera Colotuzzo. Le llamé y le dije “don Luis, ayúdeme con esto, el objetivo es un gran acto de masas pero no quieren que hable usted”. La respuesta no se hizo esperar, “no te aflijas mijo, que hablen ellos, yo les hago el acto al costado”. Él sabía que esa formación que le respaldaba tenía la gente y que lo otro era un sello. Nos tocó hablar a nosotros y cerró Colotuzzo en el marco de una presencia histórica.
Don Luis Alberto Colotuzzo era blanco como hueso de bagual. Integraba la Secretaría de Asuntos Sociales del Partido Nacional, seguramente hasta su muerte le fue fiel a su partido, pero a la hora de formar una organización para defender a las clases pasivas, recurrió a los sindicatos y a los movimientos sociales.
Se preguntarán ¿Mendiondo intenta homenajear a Colotuzzo? No, ubicarlo en el contexto histórico. Don Luis se homenajeó solo con la fundación, junto a otros, de esa organización que tanto le ha dado a las clases pasivas. Peleó por la reforma del ´89 y en el ’92 llegó, por los votos, a integrar el Directorio del BPS junto a Héctor Da Pra por empresarios y el Maestro Ernesto Murro por los trabajadores.
La sabiduría y la perspectiva de inclusión lo llevó a los colectivos de su clase, no se le ocurrió (y esto es un dato histórico) ir a pedirle a su partido que le diera un espacio en alguna de sus sedes.
Esta historia nos viene en comparación al proceso del Instituto Nacional de Colonización: los partidos políticos mayoritarios de aquella época crearon un instrumento formidable, ejemplo de política pública desarrollista. Los sucesores de aquellos prohombres pretenden liquidarlo. No se puede interpretar a los muertos, y menos a ese grande de verdad que fue don Luis Alberto Colotuzzo, pero nos atrevemos a afirmar que si estuviera vivo se subiría en cuanto escenario, recorrería todos los medios posibles, para denunciar este contubernio en donde su partido, junto a algunos de la actual coalición de gobierno, han entregado sus locales para un grupo que representa intereses a los que combatió siempre. Hoy los locales del Partido Nacional son sede para repartir listas con candidatos de Un solo Uruguay al BPS: si habrán cambiado las cosas
Los representantes sociales, legitimados en sus funciones desde el año ’92, tienen la posibilidad de dirimir sus diferencias en elecciones, en tanto REPRESENTANTES SOCIALES, que defienden sus intereses y no lo que descarnadamente se está viendo de cara a la elección del próximo domingo 28.
La Secretaría de Asuntos Sociales del Partido Nacional fue una iniciativa de Wilson Ferreira Aldunate luego de su liberación. Cabalmente y por eso lo reivindicamos, don Luis Alberto Colotuzzo entendió el camino que marcaba su líder. Como tantas otras cosas, este gobierno herrerista en coalición, transita el camino contrario al de los sectores con sensibilidad social, que privilegiaban el trabajo en común, el entendimiento por sobre la grieta. Esperemos que el 28 los habilitados por los tres órdenes homenajeen a aquellos que honraron el espíritu del constituyente. Esperemos que en los tres órdenes estén representadas las grandes mayorías y nos las minorías que sólo se interesen en sus intereses.
-Tany Mendiondo-